Foto: Oliva Risco
Shinichi Suzuki fue un gran pedagogo y violinista que basó
su trabajo en la hipótesis de que la habilidad musical no es un talento innato,
sino una destreza que se puede desarrollar de la misma forma que los niños
desarrollan la capacidad de hablar.
"Cualquier niño a
quien se entrene correctamente puede desarrollar una habilidad musical, y este
potencial es ilimitado"
Su propósito principal no era formar grandes músicos sino el deseo de introducir la música en las vidas de "todos", y formar seres humanos nobles:
“Si un niño oye buena música desde
el día de su nacimiento, y aprende a tocarla él mismo, desarrolla su
sensibilidad, disciplina y paciencia. Adquiere un corazón hermoso".
Disfrutemos de todos estos corazones hermosos con este maravilloso vídeo, en el que niños y jóvenes talentos del programa televisivo
“Prodiges” interpretan el preludio de Carmen de Bizet en el centro comercial
Beaugrenelle de París.
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