miércoles, 30 de octubre de 2013

Reforma educativa SI, Reforma educativa NO

Foto de: Oliva Risco


Esta reforma educativa no tiene mucho sentido porque, en general, intenta mejorar aquello que claramente no funciona.

Y… no sólo es cuestión de evaluar más y más, y además siempre a los mismos.

Es cierto que la mayoría de las reformas se quedan en el papel, muy pocas, por no decir ninguna, se llevan a la práctica en su totalidad, por tanto si no se aplican, difícil es que funcionen 

Pero, si lo que consideran importante es evaluar y evaluar evaluemos, pero que sea una evaluación personalizada y a todas las comunidades educativas, y no sólo y siempre a los alumnos. 

Parece que los que reforman se olvidan de que la educación es un proceso interactivo, en el que todos y cada uno de los implicados puede favorecer, o no, ese proceso. Sin duda, los alumnos son los protagonistas del aprendizaje, pero nunca los responsables de su calidad.  ¿Entonces por qué  sólo les evaluamos siempre a ellos?.

Si queremos evaluar y evaluar, vale ¿por qué no?, evaluemos, pero hagamos una evaluación diagnostica y personalizada de cada centro, con el claro objetivo de mejorar y no el de controlar o fiscalizar como se pretende. Identificar cuáles son sus puntos fuertes y potenciarlos, cuáles sus puntos débiles y neutral izarlos, buscar aquellos resortes que a todos les permitirán avanzar. 

Resumiendo, evaluando pero mejorando, innovando y haciendo posible esa calidad educativa de la que todos hablamos.

Las  leyes (teorías) quedan perfectas, o casi, pero su aplicación se deja mucho por el camino. Las causas pueden ser múltiples y variadas, pero casi siempre están en función del currículo, de la organización de los centros, de su equipo directivo, de la formación de sus docentes, de los recursos económicos, de los recursos materiales, de los recursos humanos (nº profesores), del número de alumnos por aula (con más de 25 alumnos es imposible poder atender a la diversidad), de LA PERSONALIZACIÓN que cada centro hace de la Ley.

Uno de los mayores desafíos a los que cualquier reforma se debería enfrentar es al de INNOVAR, pero innovar es mucho más difícil porque significa hacer algo diferente, desafiar lo habitual, lo cómodo, lo que siempre se hace. Innovar significa desarrollar nuevas estrategias que permitan fortalecer, desarrollar y animar cada comunidad educativa, cada centro, cada equipo de profesores.


Terminar con las palabras de Ken Robinson  en su última conferencia TED 2013: “La razón por la que nuestros jóvenes abandonan la escuela es porque no alimenta su pasión, sus talentos, sus fortalezas, su energía. ….El gran problema para la reforma  es la tiranía del sentido común. …. No se trata de modelos educativos, hay muchos y muy buenos, se trata de la personalización de la enseñanza…. Las nuevas tecnologías combinadas con el desarrollo de los talentos nos ofrecen la oportunidad de revolucionar la educación”.

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